La guitarra y yo

 Con mucha humildad debo admitir que soy el mejor en mi propio concurso de tocar guitarra y batería de aire, además tengo mención honorífica en imaginarme un público enorme escuchándome tocar algún instrumento.

Pero en la vida real, no. No se me da la motricidad en los dedos para saber y apretar las cuerdas que hagan una melodía coherente y hermosa. Algún día lo volveré a intentar, así sea muy viejo. Porque vaya que mi madre perdió dinero en profesores de guitarra y vaya si lo intenté en cuento tuve la oportunidad.

Mientras tanto, casi como un hechizo, cada vez que oigo una canción que sea tocada en su mayoría con guitarra, me quedo pegado en su letra, porque la voz, casi siempre es más melancólica que en la versión radio hit.

Hoy, he escuchado mucho una canción, casi como si fuera la única canción disponible, lo que resulta curioso, ya que es la que más necesito escuchar en este momento.

Tal vez Usted señor lector, haya escuchado esta canción antes, o tal vez, sea la primera vez. Debo advertirle que si siente un leve rasguño en su alma, se abstenga de continuar; porque así como a mi, pueden desaparecer el resto de canciones de su mundo y ni cuenta se va a dar...

A veces me pregunto, ¿Qué pasaría.......?