Hoy no tengo sueño, tengo un sueño

Todos en algún momento de la vida soñamos estar frente a miles de espectadores a punto de cantar algo, sea con una guitarra, un bajo o solo con la voz. Póngale el nombre que quiera, el género que quiera y el escenario que se le de la gana; algunos triunfaron a otros nos toca conformarnos con el acompañamiento del ruido de la ducha.

Lo mio es la guitarra, pero no el punteo infinito de Jimmy Page o Jimi Hendrix o muchos otros que simplemente desconozco. Tampoco voy con escenarios enormes de 50 mil personas saltando. Lo mio siempre ha sido la soledad.

No suelo soñar! Casi nunca recuerdo lo que sueño, eso debe ser por el insomnio. Recuerdo dos sueños en los últimos meses, el primero fue con ella, en el segundo frente a un puñado de personas, tenía un reflector en la cara, no podía ver mucho, pero distinguía a Laura entre la multitud.

El escenario estaba muy vacío, solo estaba yo sentado en un banquillo, con un vaso de agua y un atril con las partituras y letras. A mi siniestra una hermosura color caoba, seguro lo imaginan. Después de unos cuantos aplausos empiezo con esta canción, algo conocido para aquellos que llegaron a ese sitio por pura casualidad.

Sigo con unas de Calamaro, algo del estilo de "Por una cabeza", "No son horas", "De orgullo y de miedo" y luego algún tango. Luego una muy bonita canción inédita que he compuesto. Tomo agua. Toman vino, cerveza, mojitos y unas bebidas de colores.

Termino con Fernando Delgadillo

No sucedió nada extraordinario al despertar, pero habían cosas comúnes: Estaba solo, la belleza caoba era una cómoda con mis cosas personales, tenía un jugo de naranja, llovía muchisimo y seguía pensando en el primer sueño.

Así que todos están cordialmente invitados a ser parte de mi próximo sueño, espero reconocer algunas caras, pero a ti, espero verte detrás del escenario, para ti hay un concierto especial, un sueño especial.